Índice
VIII. Trabajo rentado y familia
(1953-1957)
Comienzo a trabajar en el Centro Estudiantes de Ingeniería, dado que no era fácil, en ese momento, para los no peronistas, hacerlo con la docencia. Preparo una encuesta para estudiantes y graduados jóvenes de la Facultad de Filosofía y Letras. Noé Jitrik me envía una carta desde París. Encuentro que no tiene lugar con H. A. Murena y reflexiones posteriores. Los quesos de «El Charrúa» y mis recorridas por almacenes. Estoy de novio durante dos o tres años y, ante mis dudas, llego al que fue mi primer psicoanalista a mediados de 1954. A fines de ese año me caso. La situación política del país se deteriora y clausuran el local del Centro en el que trabajaba. Ingreso en W. M. Jackson y Cía., los editores de El tesoro de la juventud. La caída del peronismo, a poco, abre perspectivas en la docencia universitaria que dejo pasar. En agosto de 1956 nace Ezequiel, cuyos primeros meses son menos tranquilos de lo que uno, quizá ingenuamente, había esperado. Trabajo mucho en el Centro Estudiantes de Ingeniería, en temporarios dictados de clases secundarias y en traducciones que me ha conseguido Murena. Escribo algún intento de balance sobre mi experiencia en la Facultad, un cuento y parte de otro y, luego de Kafka y Malena, ningún poema. La frecuentación de la poesía me pone mal, me descentra. Mi mujer me pide si no la puedo poner entre paréntesis, dejar de lado por un tiempo.