Darío Canton | Escritor & Poeta
ENTREVISTAS | En medios digitales

Encuesta a la literatura argentina I

Julio de 2021

Gonzalo León

 

Encuesta

1) ¿Cómo comenzó a escribir? ¿Cómo se publicó su primer libro? ¿Cuál fue el clima intelectual de su casa y de su infancia? ¿Se apoyó o se desalentó su inclinación literaria?

Comencé a escribir poesía con motivo de un enamoramiento. En ese momento cursaba estudios de Filosofía en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Mi primer poema es del 6 de junio de 1950. Con anterioridad, no mucho después de la muerte de mi padre, ocurrida en febrero de 1943, empecé a llevar un diario. No escribía regularmente.

Mi primer libro se publicó en diciembre de 1964. Fue La saga el peronismo, pagado por mí. Eran momentos en que el peronismo estaba proscripto y una de las imprentas a las que recurrí se negó a imprimir ese texto. Lo mismo me pasó con algunos distribuidores una vez que el libro estuvo impreso. También hubo quien se negó a tomar parte en una mesa redonda de presentación del libro que promovió Enrique Oteiza, en ese entonces al frente del Instituto Di Tella. La mesa redonda no alcanzó a concretarse porque por esas fechas se produjo el intento de vuelta a la Argentina de Perón. Ese regreso fue interrumpido por el gobierno brasileño.

Mi padre fue médico cirujano. Mi madre era muy lectora y me leía cuentos. Yo fui lector y coleccionista de Billiken y Patoruzó. Me crie, además, si se puede decir así, la sombra de los ochenta y tantos volúmenes del Diccionario Enciclopédico Espasa. Mi hermano Héctor, que me llevaba diez años, era gran lector y admirador de Horacio Quiroga, y fue el que celebró cuando escribí dos o tres cuentos, únicos en toda mi vida, hacia 1953. Mi gran metejón con un autor –y único con esta intensidad– fue Miguel de Unamuno. La recomendación de su lectura me la hizo Leopoldina Aguirre, la profesora de Literatura de cuarto año del secundario, ante los permanentes cuestionamientos que hacía a todas sus afirmaciones.

En mi casa tuve apoyo, incluso prematuro diría. Recuerdo que mi padre, estando en el comedor con un amigo que lo visitaba, me pidió que le llevara una composición escolar por la que había sacado una buena nota en la escuela. Tendría unos diez años.

2) ¿Cómo trabaja? ¿Hace planes, esquemas? ¿Lee a otros autores en los periodos en los que está trabajando en una obra propia? ¿Cuándo y cómo corrige? ¿Lee alguien sus textos antes de que ingresen en el proceso de publicación? ¿Escribe de manera regular o por épocas?

Siempre escribí a mano los poemas. Después los pasaba a máquina. Debo confesar que no llegué a la era de la computación. En cuanto a mis libros de poesía, hay textos que he llamado "orgánicos", que surgen de una idea "madre" que luego desarrollo a lo largo del tiempo. Incluyo en esta categoría a La saga del peronismo (redactada en 1961), La mesa. tratado poeti-lógico (1967-1969), Abecedario médico Canton (1975-1977) y Clea. Folletín platónico ilustrado (2018-2020, inédito).[1] Los demás libros resultan del agrupamiento de poemas escritos a lo largo de los años con una temática similar. Son, de alguna manera, constantes del autor a lo largo de su vida: Corrupción de la naranja (1968), Poamorio (1969), Poemas familiares (1975), Atado al árbol de la escritura (2021) y la serie completa del pliego Asemal (1975-1979), unos 240 poemas en los que reaparecen las "familias" temáticas que dieron lugar a los libros recién mencionadas, formando un caleidoscopio tragicómico acorde con la época.

Siempre he planificado largamente mis publicaciones. Hago fotocopias y más fotocopias explorando alternativas, conservo celosamente los manuscritos (incluso los esquemas. independientemente de su concreción). Soy un autor obsesivo. No leo a otros autores cuando trabajo con lo mío. No de literatura, al menos. Normalmente corrijo en los días subsiguientes a la escritura, siempre que el poema, por supuesto, me parezca que considere que tiene mérito suficiente. Si no lo veo así, lo dejo de lado, a veces durante años. Las personas que han estado más cerca de mí y algunos amigos que considero buenos lectores leyeron y leen mis textos antes de ser publicados. Algunos de ellos son H. A. Murena, Alberto Girri, Rubén Masera, Fernando Alegría, Juan Andralis, Julio Schvartzman, Delfina Muschietti, Raúl Gustavo Aguirre y Luciana Di Milta.

He escrito regularmente durante mucho tiempo, con excepción de un período depresivo entre los años 1990-1992. En la actualidad, escribo por períodos.

3) ¿Con qué interés lee lo que la crítica dice sobre sus obras? ¿Cuáles son las modalidades críticas a las que usted escucha con mayor interés? ¿Cuáles son los medios que las difunden? ¿Qué relación se establece (si es que se establece alguna) entre consagración crítica, éxito de público y calidad literaria?

Me interesan mucho los comentarios sobre mi obra, especialmente aquellos que me revelan aspectos que me habían pasado inadvertidos, esto es, los que me enseñan algo sobre mí mismo y mi trabajo.

Escucho todo lo que cualquier lector, sea especializado o no, pueda decirme sobre mis textos. Es algo que agradezco, sobre todo si se trata de personas sólo vinculadas tangencialmente con el mundo que llamaríamos "de la literatura". Desde ese punto de vista, la experiencia del ir y venir con los lectores a propósito de la hoja Asemal no ha tenido equivalentes con ninguno de mis libros.

En relación con los comentarios bibliográficos, en la primera época se daban en los suplementos de diarios porteños, como La opinión, y La gaceta de Tucumán. También en revistas como Sur, Latinoamericana, Análisis y algunas del extranjero (Brasil, Estados Unidos)en la época de Asemal. Más cerca en el tiempo, el suplemento literario de Perfil, revista Ñ, Radar, Los inrockuptibles y algún otro equivalente que se me escapa.

Creo, sin haber hecho un estudio sobre el tema, única manera de ofrecer respuestas valederas para ciertas épocas y países determinados, que en general no se da esa conjunción entre calidad y difusión.

4) ¿En relación con qué autores argentinos o extranjeros piensa usted su propia obra? ¿Cuáles fueron los autores o libro que lo impactaron de los últimos diez años?

Pienso que mi trabajo, todo él, tiene algo que ver con José Hernández y Oliverio Girondo entre nosotros, con Nicanor Parra y Carlos Drummond de Andrade. Me interesó mucho la lectura de algunos trabajos de Francis Ponge, especialmente por el hecho de que hubiera escrito La table, comenzada unos meses después que mi poema La mesa y terminada y publicada bastantes años después que mi libro.

5) ¿Vive usted de la literatura? ¿Qué otras actividades realiza o ha realizado?

(Risas) No, no vivo de la literatura. De hecho, he pagado para editar la mayoría de mis libros, incluida la autobiografía en ocho tomos y nueve volúmenes bajo el título De la misma llama. El contraste con lo sucedido con mi otra actividad intelectual, la de ser sociólogo, es notable. En mi carácter de tal, jamás tuve que poner un peso de mi peculio. Siempre mis empleadores o distintas agencias (CONICET, Agencia Nacional para la Promoción Científica y Tecnológica, Social Research Council, Centro de Investigaciones Sociales del Instituto Torcuato Di Tella) financiaron la publicación de los distintos estudios.

Luego de recibirme como profesor en Filosofía en 1952, ingresé hacia 1957/1958 en el Instituto de Sociología (UBA) que dirigía Gino Germani para trabajar en docencia e investigación. Obtuve una beca interna para graduados de la que surgió, años más tarde, mi primer libro de sociología (El parlamento argentino en épocas de cambio, 1890, 1916 y 1946, 1966). Obtuve luego una beca externa del CONICET cursando una maestría en la Universidad de California (Berkeley). A mi vuelta al país, ingresé en el Centro de Investigaciones Sociales del Instituto Torcuato Di Tella (1963-1971). Seguí trabajando después por mi cuenta y volví a la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA en 1994, donde permanecí hasta mi jubilación (2012).

Fuente: https://laagenda.buenosaires.gob.ar/contenido/8292-encuesta-a-la-literatura-argentina-i?origin=Lens

NOTAS

  1. Al momento de la publicación de la entrevista. Clea salió de prensa en 2022.